Canta tu estrofa, cálida cigarra,
y baile al son de tu cantar la mosca,
que ya la sierpe en el zarzal se enrosca
y lacia extiende su verdor la parra.
Desde la yedra que a la vid se agarra
y en su cortina espléndida te embosca,
recuerda el caño de la fuente tosca
y el fresco muro de la limpia jarra.
No consientan tus élitros fatiga,
canta del campo el productivo costo,
ebria de sol y del trabajo amiga.
Canta y excita al inflamado agosto
a dar el grano de la rubia espiga
y el chorro turbio del ardiente mosto.
RUEDA, Salvador. La cigarra. Poema.
Bello poema dedicas hoy a la cigarra...
ResponderEliminarCon tu permiso,
La cigarra nos canta
con gran ritmo y son
pasa su verano...
con acordeón.
Yo prefiero... a la hormiga
pequeña y cautelosa
que labora en verano
previene y no acosa.
No se porque es...pero a la cigarra le dieron esa fama...de poco trabajadora...y poco precavida.
Un placer pasar por tu blog.
Un abarzo.