sábado, 8 de mayo de 2010

AMOR DE ROSA


Amarte con una rosa de testigo.
amarte con el silencio de las palabras, un beso.

Amarte con la mirada perdida en tu cuerpo,
la figura llena de vida en el amanecer.

Amarte como la flor encendida en el jardín,
llena admiración y fragancia al atardecer.

Amarte al caminar en la montaña,
sintiendo los rayos penetrantes de tu amor.

Amarte con el despertar de una sonrisa
silenciosa al dar sentido a la existencia.

Amarte con la angustia de tu existir,
la razón enciende el sendero en el caverna.

Amarte con delirio y frenesí,
amarte en la búsqueda del sentido existencial.


Por Luis I. Rodríguez

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