"Siento todo mi cuerpo
acostado en la realidad...".
Fernando Pessoa
Perdido en el espacio y en el tiempo,
camino sin rumbo buscando un sentido...
En el horizonte, un oasis;
fortalecido, empuño el bastón leñoso,
baluarte, sostén y amigo pasajero;
una brisa perdida clama en el infinito...
Una musa volátil cual luciérnaga
intenta en espiral, enmudecer el delirio,
la tenue luz guía al caminante,
un pensamiento surge de repente...
La mente en profundo vacío
Siente la brisa en la fontana,
un frío petrifica al andariego ser,
la angustia sigue rondando, en efímera figura...
Un vacío duerme en el lecho dorado,
el hálito grita en el desierto,
ondeante y vanidoso, un pensamiento,
en el horizonte asoma victorioso el sol...
En el mito del eterno retorno, centellea
la ternura creadora de infinita Belleza,
un camino resplandece en el desierto y,
el viajero del desierto continúa soñando...
camino sin rumbo buscando un sentido...
En el horizonte, un oasis;
fortalecido, empuño el bastón leñoso,
baluarte, sostén y amigo pasajero;
una brisa perdida clama en el infinito...
Una musa volátil cual luciérnaga
intenta en espiral, enmudecer el delirio,
la tenue luz guía al caminante,
un pensamiento surge de repente...
La mente en profundo vacío
Siente la brisa en la fontana,
un frío petrifica al andariego ser,
la angustia sigue rondando, en efímera figura...
Un vacío duerme en el lecho dorado,
el hálito grita en el desierto,
ondeante y vanidoso, un pensamiento,
en el horizonte asoma victorioso el sol...
En el mito del eterno retorno, centellea
la ternura creadora de infinita Belleza,
un camino resplandece en el desierto y,
el viajero del desierto continúa soñando...
Por Luis I. Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario