jueves, 22 de enero de 2009

LA MINIATURA - G. Bachelard - Filosofía


[...] La imaginación vale más que todo esto. De hecho la imaginación miniaturizante es una imaginación natural. Aparece en todos los siglos en el ensueño de los soñadores innatos. Precisamente hay que desprender lo que divierte para descubrir las raíces psicológicas efectivas. Por ejemplo se podrá leer seriamente esta página de Hermann Hesse publicada en la revista Fontaine (número 57). Un prisionero ha pintado sobre el muro de su calabozo un paisaje en el que un pequeño tren penetra en el túnel. Cuando sus carceleros vienen a buscarlo, les pide amablemente "que esperen un momento para que yo pueda entrar en el trencito de mi tela a fin de comprobar algo. Como de costumbre, se echaron a reír porque me consideraban como un débil mental. Me hice pequeño. Entré en mi cuadro, subí en el trencito que se puso en marcha y desapareció en lo negro del pequeño túnel. Durante unos instantes se percibió todavía un poco de humo en copos que salían del redondo orificio. Luego ese humo se desvaneció y con él el cuadro y con el cuadro mi persona"... ¡Cuántas veces el poeta-pintor en su cárcel no ha atravesado los muros por el túnel! ¡Cuántas veces, pintando ensueños, se ha evadido por una grieta del muro! Para salir de la cárcel todos los medios son buenos y en caso de necesidad lo absurdo nos libera.
Así, si seguimos con simpatía al poeta de la miniatura, si tomamos el trencito del pintor encarcelado, la contradicción geométrica queda redimida, la Representación no es más que un cuerpo de expresiones para comunicar a los demás nuestras propias imágenes. En el eje de una filosofía que acepta la imaginación como facultad básica, puede decirse al modo schopenhaueriano: "el mundo es mi imaginación". Poseo el mundo tanto más cuanta mayor habilidad tenga para miniaturizarlo. Pero de paso hay que comprender que en la miniatura los valores se condensan y se enriquecen. No basta una dialéctica platónica de lo grande y de lo pequeño para conocer las virtudes dinámicas de la miniatura. Hay que rebasar la lógica para vivir lo grande que existe dentro de lo pequeño. [...]

BACHELARD, Gaston. En La poética del espacio.

1 comentario:

  1. Algunas lineas atrás habla acerca de las cualidades del poeta de subir y de bajar dentro de una casa con sótano y desván, llegar al primero es al ensueño, mientras que en el segundo se encuentra la abstracción, en las lineas que compartes está ese juego por Hesse, quien escapa del mundo, en lo que podría ser la negación del mismo, de la cárcel y de los duros barrotes, un poco como también decía Benedetti en un poema:

    Que los barrotes de las celdas
    se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
    y mis hermanos puedan hacer de nuevo
    el amor y la revolución.






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