sábado, 7 de marzo de 2009

EL REFLEJO - Oscar Wilde -


Cuando murió Narciso las flores de los campos quedaron desoladas y solicitaron al río gotas de agua para llorarlo.


-¡Oh! - les respondió el río - aun cuando todas mis gotas de agua se convirtieran en lágrimas, no tendría suficientes para llorar yo mismo a Narciso: yo lo amaba.

-¡Oh! - prosiguieron las flores de los campos - ¿cómo no ibas a amar a Narciso? Era hermoso.

-¿Era hermoso? - preguntó el río.

-¿Y quién mejor que tú para saberlo? - dijeron las flores -. Todos los días se inclinaba sobre tu ribazo, contemplaba en tus aguas su belleza...

-Si yo lo amaba - respondió el río - es porque, cuando se inclinaba sobre mí, veía yo en sus ojos el reflejo de mis aguas.


WILDE, Oscar. El reflejo. En Cuentos.

2 comentarios:

  1. LAS COSAS SE VEN DE ACUERDO CON QUIEN LAS ESTA MIRANDO; TODO DEPENDE DEL PUNTO DE VISTA DEL OBSERVADOR.

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  2. Presento diculpas por mi comentario en mayúsculas, pero no es mal intencionado sino que fue escrito con un poco de afán en medio del trabajo y por eso olvidé desbloquear las mayúsculas.

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