Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.
CORTÁZAR, Julio. En Historias de cronopios y de famas.
[Cronopio] es una palabra que me vino por pura invención [o sea: no por especulación intelectual] al mismo tiempo que las imágenes. En pocas palabras, poco después la gente volvió a la sala, el concierto volvió a empezar, yo me puse a escuchar la música y después me fui. Pero esa pequeña visión que había tenido y ese nombre de Cronopio que me había gustado tanto siguieron obsesionándome. Entonces me puse a escribir las primeras historias. Y así aparecieron de la misma manera - pero con menos precisión que los Cronopios - las imágenes de los Famas y de las Esperanzas. Estas imágenes fueron forjadas, fueron inventadas, para servir de contrapunto a la naturaleza de los Cronopios. Los Famas son lo opuesto de los Cronopios, y las Esperanzas sirven de intermediarias.
CORTÁZAR, Julio.
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